Este estudio apoya lo que los arqueólogos han sostenido durante mucho tiempo, que América fue colonizada en varias oleadas de poblaciones que cruzaron el estrecho de Bering desde Asia, siendo el más reciente el de Ártico y grupos canadienses.
Es de mención, que unos visionarios, describen que en este templo acudían los postulantes a sacerdotes.
Estos elementos han causado una creciente adhesión de algunos investigadores a la hipótesis de un poblamiento autónomo de América del Sur, no proveniente de Norteamérica. Esta hipótesis se relaciona estrechamente con la teoría del ingreso por la Antártida desde Australia.
Esto lleva a examinar cuales eran las armas utilizadas en Telarmachay. Evidencias de las primeras pachamancas.
Es un complejo enorme, tal vez el más grande del Formativo, con un templo piramidal website de plataformas superpuestas como monumento principal
Porque eran muy aguerridos y también confeccionaban instrumentos de trabajo como pinzas de depilar en forma de media luna, cinceles, agujas, etcetera.
Los templos de la Tradición Mito se caracterizan por ser pequeños cuartos de forma cuadrangular o round (con sus 88 metros cuadrados, el de Kotosh es uno de los más grandes), un único acceso, el piso dividido de dos niveles, uno más bajo, al centro, rodeado por un nivel más alto a modo de banqueta que lo rodea, este nivel es tan alto como la altura de un escalón.
Eran utilizados como vasijas o recipientes ante el desconocimiento de las técnicas alfareras propias del periodo Formativo.
Sus gorros se parecen a los usados para representar a los guerreros en la iconografía egipcia y sumeria, y sus rasgos fileísicos no corresponden al biotipo andino sino más bien al de pueblos de origen indo-europeo como los hititas o los Casitas.
Se dedicaban a la pesca y la horticultura incipiente; se vestía con fibras vegetales entrelazadas y vivía en chozas semicirculares de caña y paja.
Entre los diferentes restos arqueológicos encontrados en el lugar, se encuentra una plaza cercada por grandes piedras donde han sido representados guerreros en combate y aparentes sacrificios humanos.
En el valle de Chilca, en la costa central, sur de Lima, donde se hallaron restos de agrupación de viviendas o chozas, superpuestas las cuales «son de diferentes tamaños, de formas circulares, elípticas y trapezoidales con las esquinas redondeadas, algunas de ellas tan bien conservadas que se pueden reconstruir completamente.
Paralelamente, se typeó otra cadena montañosa sumergida, cuyas cimas son los afloramientos que corresponden a las islas de nuestro litoral peruano y que dan soporte a nuestro territorio.
Representaciones de dicho dios y sus variantes se hallan en diversas esculturas o monolitos chavines: